La saturación es un tipo de distorsión que ocurre cuando una señal de audio alcanza o supera el límite de capacidad de un sistema o componente. Esta distorsión suele ser causada por un nivel de volumen excesivamente alto en la señal de entrada.
Cuando una señal alcanza la saturación, los amplificadores o componentes electrónicos no pueden manejarla adecuadamente y se produce una deformación del sonido. La saturación se manifiesta como una distorsión armónica y puede generar un sonido más fuerte, comprimido y con una pérdida de fidelidad.
La saturación puede ocurrir en varios puntos del proceso de audio, como en la etapa de grabación, mezcla o reproducción. Por ejemplo, durante la grabación, si el nivel de entrada del micrófono o instrumento es demasiado alto, la señal puede saturar y resultar en una grabación distorsionada. Del mismo modo, en la mezcla, si los niveles de los diferentes elementos sonoros se acumulan y exceden los límites del mezclador, se puede producir saturación.